Las familias «tipo» y la filosofía de un buen Arquitecto

Seguramente han oído hablar de las “familias tipo” pero que son? que significa?
El Arquitecto al utilizar este concepto engloba a varios tipos de familia tratando de establecer una solución para algo que en realidad no existe, pero que sí facilita a la hora de proyectar. Nuestro camino como estudio de Arquitectos es diferente, trabajamos con las “familias verdaderas”.

Partiendo de la base que la vivienda no es un objeto, es un proceso.

Es importante saber como está compuesta la familia, cual es su historia, saber realmente cual es su necesidad. Para ello es necesario un análisis adecuado previo. La mejor respuesta no sirve si la pregunta está equivocada.

No se debe hacer lo que el cliente pide, sino lo que necesita.
Si le preguntamos a las personas por sus deseos contestarán algo así como:

-Quiero agrandar la cocina hacia el fondo y colocar una ventilación en el techo del dormitorio , porque quedó muy ahogado con la reforma pasada.
Si el profesional consultado fuese al médico:

-Curarme de una vez por todas de esta úlcera que me tiene loco.
Si el Arquitecto avanza por el camino trazado por el cliente, no logrará entenderlo, sino tan solo obedecerlo, respondiendo a su demanda manifiesta y no a su demanda latente.

Pregunta equivocada:
¿Será posible bajar el antepecho de la ventana para ver la copa de los árboles?
-No, ya que no puede modificarse el frente de su edificio

Pregunta correcta:
¿Será posible ver la copa de los árboles?
-Si, quizás subiendo la cama unos 40cm centímetros, y logrando tener unos cajones por debajo de esta.

El deseo no era bajar la ventana, sino ver los árboles.

Para todo esto el Arquitecto debe tener una estrategia para saber escuchar y detectar.
La mayor parte de las viviendas son reformadas por sus propietarios una o mas veces durante su vida útil. Generalmente las modificaciones consisten en invasiones de patios, fondos libres, cuartos que quedan sin ventilación, ni iluminación, escaleras mal ubicadas y peligrosas. Así y todo el propietario cree que resuelve sus necesidades.

Muchas de estas viviendas son calificadas por el estado como “buenas”, considerando su estado de conservación y, sin embargo, producen infelicidad en sus habitantes. Y esto no ocurre por falta de materiales ni de plata, sino por falta de pensamiento.
Obviamente la gran mayoría de estas reformas son decisiones esporádicas de los propietarios, sin asesoramiento profesional. Así también, como sabrán, se construyen viviendas nuevas que de entrada crecerán tan mal como las otras.
Es interesante ver cuando se visita uno de estos lugares, las cosas que se hubieran podido solventar con un pensamiento previo, con menos dinero, con un asesoramiento adecuado de un Arquitecto.

¿Pero el Arquitecto no está para cosas mas grandes?

En realidad algo de verdad hay en eso. Durante 5000 años los arquitectos atendieron a Principes y Papas, para quienes construían palacios, tumbas y templos el pueblo no lo precisaba para levantar sus viviendas. A partir de la Revolución Industrial, el crecimiento de las ciudades, la creciente expansión en variedad de materiales, técnicas constructivas, el desarrollo de confort y de la vivienda en altura, etc, rompen por completo con la tradición cultural en el arte de construir viviendas. Por esto es que hoy el Arquitecto es necesario para atender los pequeños y muy variados requerimientos de la población.