La vivienda NO es un objeto
Es importante entender que la vivienda no es un objeto.
No es lo mismo comprar un televisor, un lavarropas o cualquier electrodoméstico que podemos elegir entre 10 tipos, con diferentes características y chau…
¿ Por qué hacemos esta aclaración ?
La mayoría de las personas tratan a la vivienda como m2, entonces hablan con los arquis y les dicen:
“Mirá tengo una vivienda de 50m2 y le quiero agregar un quinchito y una piecita”.
Esto mismo es tratar a una vivienda como objeto.
¿ Pero si no es un objeto qué es ?
Es un proceso. La vivienda tiene vida. En la vivienda suceden situaciones de la vida cotidiana.
Una vivienda nunca es recordada por si tenía 50 o 70m2 sino, por lo que se vivió ahí. Recordar que leíamos en el fondo mirando un árbol, las juntadas masivas en el quincho,etc.?
¿ Entonces ?
Podemos decir que el proceso de la vivienda puede dividirse en diferentes etapas en las que en cada una de ellas se puede necesitar hacer remodelaciones.
¿ Cuáles son ?
1️⃣
La pareja que necesita mudarse. Muchas veces en este punto no se elige, puede que el suegro le compró la vivienda, o se alquila lo que está al alcance.
2️⃣
Nace un hijo/a. La vivienda queda chica. Ahora sí empezaron los problemas. Vivimos en un 2 ambientes y no tenemos espacio para un dormitorio.
3️⃣
Crecen los hijos. Ahora cada uno necesita su espacio.
4️⃣
Me separé y necesito un cambio. Todo me recuerda a mi ex.
5️⃣
Trabajo en casa. Quiero hacer home office y no tengo mi espacio, trabajo con mi hijo machacándome la cabeza.
6️⃣
Crecieron los hijos y se fueron. Ahora la vivienda queda grande.
En todas estas etapas puede darse la posibilidad de reformar.
Lo que queda claro es que la vivienda con el tiempo crece o decrece.
Vive!
Muchas veces estas etapas nos superan y ya no se sabe que hacer y por eso se termina vendiendo.
Si la vivienda fuese un objeto esto no pasaría, ya que los mismos no necesitan cambiar de forma, ni agrandarse y achicarse con el correr del tiempo.